Resumo
En diciembre pasado falleció el Prof. Dr. Grunberg, docente de nuestra Facultad de larga y destacada trayectoria; así lo reconoció el colectivo solicitando al Consejo se le otorgara el título de Profesor Emérito. El 4 de junio del 2003 por unanimidad se aprueba la solicitud estableciendo la ceremonia de entrega de dicho título para el 17 de octubre del mismo año. A la misma asistieron todos los integrantes de su familia, con una multitudinaria presencia docente,
compañeros de generación, funcionarios y estudiantes. Siempre pensé que cuando personalmente o en forma colectiva se reconoce a una persona, no solo se enaltece al homenajeado, sino que habla bien de los que lo promueven, de su sensibilidad para reconocer a alguien que se destaca y esta circunstancia no fue la excepción. La ordenanza dice: “El título de Profesor Emérito será otorgado a quienes habiendo cesado en sus cargos hayan sobresalido en el
desempeño de los mismos”, sin lugar a dudas se hizo justicia. Lo anterior es el relato puro del reconocimiento institucional, pero quiero compartir una pequeña historia de la familia Grunberg. Hablando con Eduardo, su hijo, me contó que sus abuelos y su padre llegaron de Polonia a finales de 1920 y se radicaron en Tacuarembó, donde su abuelo puso un comercio. Nuestro país era receptor de una enorme inmigración de toda Europa, todos somos nietos o hijos de inmigrantes, todos llegaron a un país de oportunidades donde se podía progresar trabajando y formar a los hijos en la educación pública de principio a fin, donde las diferencias las marcaban las capacidades y el empeño de cada uno y vaya que esta familia supo con su esfuerzo apoyarse en las posibilidades educativas del Uruguay y tener a sus tres hijos universitarios. Intentemos recordar su trayectoria en nuestra facultad ya que su doble titulación de odontólogo y médico, especialista en ORL, le posibilito tener actuación docente en Facultad de Medicina. Profesor Titular de Cirugía Buco-Maxilar II, ejerció la docencia de una forma simple pero contundente siempre dispuesto a enseñar y trasmitir sin importar el interlocutor que lo solicitaba, docente, estudiante o egresado. Ávido lector, poseedor de una memoria prodigiosa, con una capacidad de síntesis práctica, siempre tenía fundamentación para un diagnostico complejo y un camino para el tratamiento. Recorría la clínica continuamente, se detenía ante un grupo de estudiantes y les dictaba una clase teórico-práctica sobre el
paciente que estaban asistiendo que deslumbraba - A los docentes nos dejaba hacer, sin sobreprotección, pero seguros de su respaldo Esa era su manera de entender la docencia en la clínica, asi lo recuerdan los estudiantes de los que fue PROFESOR. No retaceaba presencia ni opinión certera. Toda su actividad como docente y cirujano lo convirtió en un referente de los odontólogos y médicos contemporáneos en el área buco maxilofacial. Su estilo docente, el
compromiso con los pacientes, él estudio de cada caso complejo para resolverlo de la mejor manera y su pasión por la profesión hizo escuela en todos nosotros, ahí nace nuestro reconocimiento. Por último para reafirmar lo expuesto, nos resultaba admirable como hasta hace dos o tres años caminaba el corredor de planta baja para retirar revistas de la especialidad para seguir estudiando. La pérdida física nos entristece, su longevidad y su vida plena nos
reconforta, la tranquilidad de haberlo honrado en vida también. Seguiremos con el compromiso de recordar su ejemplo.