La acupuntura es una técnica terapéutica milenaria ampliamente utilizada en el mundo para el control del dolor y el alivio de varias enfermedades. Si bien esta técnica tiene cada vez mas aceptación en el ámbito académico y clínico occidental, la evidencia científica disponible acerca de su real eficacia es aún objeto de importante controversia científica. Esto se debe principalmente a diversos problemas metodológicos que han enfrentado los investigadores al intentar determinar su real eficacia. La falta de estudios placebo-controlados que utilicen un método de control adecuado constituye el principal problema metodológico en esta área del conocimiento.
El concepto moderno de “medicina y odontología basada en evidencia” se basa en una metodología por la cual las decisiones terapéuticas se adoptan en base a las pruebas que surgen de estudios científicos adecuadamente diseñados y no meramente en opiniones o experiencias clínicas personales. La norma ampliamente aceptada en la actualidad para evaluar la eficacia terapéutica de cualquier tratamiento implica que dichos estudios deben ser doble-ciegos, aleatorios y placebo controlados. En el caso de la acupuntura, la existencia de un método placebo adecuado es necesario pero difícil de lograr y, sin la existencia de un método de control adecuado, no es posible demostrar que la mejoría que obtienen muchos pacientes con la acupuntura es debido a su acción terapéutica real y no meramente al efecto placebo de la técnica.
Separar los efectos específicos de la acupuntura de los no específicos es difícil debido a que la acupuntura es un procedimiento físico, invasivo y manual que involucra un tiempo considerable de práctica. Este problema ha sido abordado históricamente en forma inadecuada, utilizando como métodos de control técnicas tales como puncionar la piel en zonas alejadas de los puntos de acupuntura (“falsa acupuntura”), puncionar la piel superficialmente o utilizar técnicas de electroestimulación transcutánea (TENS) o láser. La primeras dos opciones no son válidas debido a que la punción de la piel en cualquier parte del cuerpo, aunque no sea un punto acupuntural, genera efectos neuro-fisiológicos que activan respuestas neuroendocrinas a distintos niveles del sistema nervioso. La utilización de TENS o láser también carece de validez debido a que son técnicas distintas a la acupuntura y por lo tanto poseen un impacto psicológico y mecanismos distintos. Recientes estudios que utilizaron resonancia magnética funcional y tomografía con emisión de positrones han demostrado que las técnicas de “falsa acupuntura” utilizadas hasta el momento activan zonas del cerebro en forma similar que la acupuntura tradicional. Asimismo se ha demostrado que la “falsa acupuntura,” donde se punciona en zonas alejadas de puntos acupunturales, también genera analgesia. A pesar de esta evidencia, y ante la falta de un método de acupuntura placebo adecuado, aún es común observar la publicación de trabajos científicos en revistas arbitradas donde se utilizan este tipo de métodos para control.
En términos generales, una técnica placebo ideal sería aquella que sea percibida por los pacientes como real (con el mismo impacto psicológico) pero que en realidad no posea el efecto terapéutico de la misma. En este contexto de acupuntura, la técnica ideal debe ser visible al paciente y debe aparentar que penetra la piel, aunque en realidad no lo haga. En definitiva, una técnica placebo válida debe ser indistinguible de la real por parte del paciente, mimetizando en todos los aspectos la técnica acupuntural. Teniendo en cuenta que la acupuntura es una técnica invasiva, que implica manipulación manual de una aguja, es comprensible la dificultad histórica que ha existido para desarrollar una técnica placebo adecuada.
La importancia de este problema científico se pone de manifiesto por el gran esfuerzo que ha dedicado el NIH (National Institutes of Health) de Estados Unidos en la última década, comenzando por realizar una conferencia altamente especializada e interdisciplinaria que tuvo por objetivo llegar a un consenso acerca del estado científico actual de la terapia acupuntural. (NIH Consensus Conference-acupucnture, 1998) En esta conferencia participaron como panelistas los más importantes expertos en esta temática, incluyendo áreas tales como acupuntura, dolor, psiquiatría, medicina interna, fisiología, salud pública, epidemiología y estadísticas. De las conclusiones de este prestigioso panel científico se destacan las siguientes (Morey 1998):
1- “Existe evidencia suficiente acerca de la eficacia terapéutica de la acupuntura para tratar determinadas afecciones”
2- “De todos modos es muy pobre el número de investigaciones de alta calidad, donde se compare a la acupuntura con su respectivo placebo”
3- “Se toma conocimiento y se analizan las 40 patologías que la OMS indica que pueden ser tratadas con acupuntura”
4- Se indican las direcciones futuras hacia donde deben dirigirse las investigaciones en los próximos años, destacándose que….. “las investigaciones deberán tener un diseño riguroso, randomisado y placebo-controlado”
A partir de estas recomendaciones, comenzaron a surgir rápidamente algunas soluciones novedosas. Estos trabajos plantean la utilización de una aguja de mango retráctil. Este método permite que el paciente “crea” que la aguja se inserta cuando el acupuntor golpea el mango, aunque en realidad la aguja no tiene punta y nunca se inserta, pero el mango se retrae mimetizando una inserción a los ojos del paciente. Cerca del 50% de los participantes de estos estudios creyeron que la aguja placebo se insertaba en la piel, lo cual lo convierte en un método altamente valioso. De todos modos la fabricación de la aguja es compleja por lo que el método encarece el tratamiento y al mismo tiempo se dificulta la obtención de este tipo de aguja en varios países del mundo. Otros método que utilizan agujas sin punta fabricadas para la investigación fueron presentados recientemente. Además de ser agujas que no están al alcance de los investigadores a nivel mundial, la metodología de estos dispositivos implica que la aguja sin punta igual ¨punciona¨ la piel aunque no la penetre. Como fue explicado en párrafos anteriores esto genera respuestas biológicas que limitan su uso como control en investigación.
Esta línea de trabajo tiene por objetivo desarrollar y validar un nuevo método de acupuntura placebo, eficaz, sencillo y de bajo costo que pueda ser utilizado como control en investigación clínica de cualquier especialidad médica y en cualquier parte del mundo. Esta línea esta constituida por una serie de experimentos. En un primer estudio, desarrollamos el método y testeamos su validez en voluntarios sanos, que no tenían experiencia previa con acupuntura.
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